En el viejo banco

En el viejo banco
Mi refugio, mi encuentro, mi desesperación

miércoles, 27 de octubre de 2010

Hace tiempo que no me siento en mi viejo banco, mal hecho por mi parte, porque desde aquí, se ven las cosas con más nitidez, más cordura y más sencillez.
A ti que estás leyendo esto, que solo te acercas por curiosidad. Gracias por estar ahí, al otro lado de la montaña, pero tan cerca que casi te puedo rozar.
Tu perfume me acompaña en mi mente, tu sonrisa ilumina mi rutina y tu corazón es el cobijo de mis malos momentos.
Gracias por asomarte a este micromundo aunque sea por curiosidad.