En el viejo banco
lunes, 27 de diciembre de 2010
Tengo un sitio
Ahora empiezo a pensar que tengo mi sitio entre vosotros, ahora me siento parte vuestra, ahora me he dado cuenta que me queréis; y eso me da mucho miedo, porque jamás terminé nada, jamás logré conseguir mis sueños, nunca logré llegar a mi meta.
No me gustaría irme sin deciros uno por uno, gracias por haber puesto en mi vida un suspiro de cariño, de amor, de respeto por lo que soy y he sido.
No temas, no tengo prisas, aunque si miedo al Adios.
Vuestras sonrisas curan las heridas de mi alma, y cada vez que logro dibujar una en vuestra cara, en tu cara, siento que la vida me regala un beso.
No pieses que estoy triste, solo es melancolía.
No me gustaría irme sin deciros uno por uno, gracias por haber puesto en mi vida un suspiro de cariño, de amor, de respeto por lo que soy y he sido.
No temas, no tengo prisas, aunque si miedo al Adios.
Vuestras sonrisas curan las heridas de mi alma, y cada vez que logro dibujar una en vuestra cara, en tu cara, siento que la vida me regala un beso.
No pieses que estoy triste, solo es melancolía.
lunes, 13 de diciembre de 2010
jueves, 9 de diciembre de 2010
martes, 7 de diciembre de 2010
sábado, 4 de diciembre de 2010
viernes, 3 de diciembre de 2010
Aún sigo vivo
Mientras me siga emocionando cuando escucho una canción,
me seguiré sintiendo vivo.
Si cada vez que vea tus ojos, el corazón me late más fuerte,
me seguiré sintiendo vivo.
Cada día muero mil veces, las mismas que resucito
porque me siento vivo cuando se que estás ahí.
me seguiré sintiendo vivo.
Si cada vez que vea tus ojos, el corazón me late más fuerte,
me seguiré sintiendo vivo.
Cada día muero mil veces, las mismas que resucito
porque me siento vivo cuando se que estás ahí.
jueves, 18 de noviembre de 2010
miércoles, 27 de octubre de 2010
Hace tiempo que no me siento en mi viejo banco, mal hecho por mi parte, porque desde aquí, se ven las cosas con más nitidez, más cordura y más sencillez.
A ti que estás leyendo esto, que solo te acercas por curiosidad. Gracias por estar ahí, al otro lado de la montaña, pero tan cerca que casi te puedo rozar.
Tu perfume me acompaña en mi mente, tu sonrisa ilumina mi rutina y tu corazón es el cobijo de mis malos momentos.
Gracias por asomarte a este micromundo aunque sea por curiosidad.
A ti que estás leyendo esto, que solo te acercas por curiosidad. Gracias por estar ahí, al otro lado de la montaña, pero tan cerca que casi te puedo rozar.
Tu perfume me acompaña en mi mente, tu sonrisa ilumina mi rutina y tu corazón es el cobijo de mis malos momentos.
Gracias por asomarte a este micromundo aunque sea por curiosidad.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)